Tarea de reflexión 15: el tutor
Para mí, aquellos rasgos de la personalidad que un tutor ha de cumplir son la capacidad de comunicar, la empatía, la sensibilidad humana y la pasión (entendiéndose esta como la capacidad de defender tus ideas contra viento y marea y ser capaz de luchar contracorriente por aquello en lo que crees). Las competencias más importantes serían la capacidad de observación, la rápida capacidad de reacción, la organización y la disciplina (para cumplir con esa organización, que no siempre es fácil). Considero que, por un lado, un buen tutor ha de saber conservar la empatía y la capacidad para comunicarse con los alumnos. Por otro lado, también deberá ser capaz de ser justo, de decir que no (porque habrá ocasiones en las que se vea obligado a decirlo), y de distanciarse del trabajo una vez llegue a casa, para evitar que la responsabilidad pese y queme demasiado.