Tarea de análisis y reflexión 4: Puntos fuertes y débiles de Castilla y León
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En este post hablaremos de los puntos fuertes y débiles del sistema educativo de Castilla y León, basándonos en dos artículos de El Norte de Castilla.
Comencemos por las cifras. Según Jaime Foces Gil (autor de la tesis doctoral Desigualdades regionales y cohesión del sistema educativo) Castilla y León tiene un muy bajo nivel de absentismo, pero arrastra en cambio un nivel de fracaso escolar bastante alto (en este sentido, cabe mencionar que el autor no considera que obtener el título de la ESO sea igual de sencillo en todas las CCAA).
Si nos guiamos por las medidas propuestas por el consejero de Educación Fernando Rey, la comunidad de Castilla y León tiene varios puntos positivos y otros tantos negativos.
Puntos fuertes
- El empeño por reflotar aquellos centros con peores resultados académicos. En este sentido, destacan medidas como la flexibilización para distribuir a los escolares en grupos más pequeños y la inversión en recursos materiales y de plantilla.
- Programa de bilingüismo. Según Rey, Castilla y León sería la segunda Comunidad Autónoma con mayor porcentaje de alumnos en este tipo de programas (un 48%), y no solo eso, sino que los alumnos podrían acceder a él ya en Infantil. Si la medida (propuesta en 2017) de reforzar la formación de los docentes y contratar a profesores nativos se llevó a cabo, es un gran punto a favor.
- Trasladar la evaluación extraordinaria a julio para que los profesores puedan disponer de más tiempo para organizar los grupos y prepararse mejor para el curso siguiente podría ser otra media interesante.
- Hay muchas escuelas rurales en riesgo inminente de cierre. Esto no es tanto un problema del sistema educativo como de la despoblación de la CCAA, pero aun así es necesario mencionarlo.
- Acoso y agresiones al profesorado. Este problema es compartido con el resto de comunidades, pero no por ello preocupa menos.
- Fernando Rey proponía en 2017 el asesoramiento de "profesores colaboradores honoríficos", es decir, profesores ya jubilados que podrían colaborar compartiendo sus 60 años de experiencia. Esta sería una medida muy interesante si no fuera porque se propuso que estos docentes se ofrecieran de manera voluntaria, sin recibir una remuneración económica o una mejora en su pensión de jubilación. Es cierto que la docencia es esencialmente una profesión vocacional, pero si no valoramos nosotros a nuestros profesores, ¿Cómo podemos esperar que lo hagan los demás?
Fuentes:
"Colegios e institutos con bajos resultados reabren las aulas con planes de mejora", El Norte de Castilla, 5 de septiembre de 2017.
"El modelo de Castilla y León consolida un rendimiento similar al de Finlandia", El Norte de Castilla, 13 de octubre de 2015.
¡Hola Yaiza! Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión final. El profesorado tiene que empezar a valorarse un poco más. Encantada de leerte a ti tambien, un saludo
ResponderEliminar¡Hola! ¡Es que me parece muy importante! En España (no tengo ni idea de cómo funciona en otros países) no valoramos mucho la salud mental y tenemos que aprender solitos a valorarnos a nosotros mismos. Y claro, eso luego se ve reflejado en todo lo que hacemos.
EliminarUn saludo :)